(Es un “poema” que algunos escuchamos en el colegio, tal vez no lo recordemos y las actuales –y futuras– generaciones no lo saben y no lo aprenderán. Por eso, para continuar con la tradición es que rescaté esto, de una vecina que aún lo recordaba)
-Majestad, majestad, los Infantes del Dragón se han robado vuestra espada,
-Que hijueputa, que cagada era prestada!
-Y eso no es nada, han violado vuestras hijas
y se han limpiado las verijas en el cortinaje real.
-Andad y cortadle a todos ellos las pichillas.
-Pero majestad, son los Infantes del Dragón!
-Eso no importa, todos ellos tienen salchichón.
A la media hora se escucha un quejido:
-¿Amor que haces?
-Me estoy limpiando los pellejos que esta noche sentirás.
-Pero amor, ¿y la regla?
-Ni que regla, ni que compás. Si no se puede por delante, se puede por detrás.